Can que mucho lame, saca sangre.

Can que mucho lame, saca sangre.
Da a entender que las lisonjas excesivas dañan más que halagan. De ahí que una vez, atufado por los abyectos elogios que se le prodigaban, Vespasiano abofetease con rudeza al adulador, y como éste, estupefacto, preguntase por qué le trataba así, respondió el emperador: «¡Porque me hieres!».

Diccionario de dichos y refranes. 2000.

Игры ⚽ Поможем написать курсовую

Compartir el artículo y extractos

Link directo
Do a right-click on the link above
and select “Copy Link”